
SANTA FE. El hombre está acusado de amenazar a una empleada de una dietética, en un hecho que fue registrado por las cámaras de seguridad. Fue arrestado en un domicilio del mismo barrio.
Un jubilado de 83 años fue detenido este viernes acusado de haber sido el autor del robo a mano armada en una dietética del barrio Sargento Cabral, en la ciudad de Santa Fe. El hecho, que había ocurrido el miércoles pasado y se viralizó a través de un video tomado por las cámaras de seguridad del negocio, llamó la atención por el inusual perfil del ladrón, quien escapó a pie tras amenazar con un arma a una joven empleada, llevándose un botín de 200 mil pesos en efectivo.La detención se produjo tras un allanamiento realizado por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) en un inmueble ubicado en la intersección de las calles Vélez Sarsfield y Córdoba, cerca de donde había sido cometido el asalto. El procedimiento fue ordenado por la fiscal Lucila Nuzzo, en el marco de la causa por robo calificado.
Durante el operativo, los agentes encontraron y secuestraron una réplica de arma de fuego que habría sido utilizada en el robo, además de otros elementos que servirán para la investigación. El hombre, identificado con las iniciales F.I., fue esposado y trasladado a la sede policial, donde quedó a disposición de la Justicia.
La captura se dio tras una tarea de los efectivos de la PDI, quienes reconstruyeron el recorrido del sospechoso a partir de los testimonios recabados y el análisis de las imágenes registradas por las cámaras de seguridad del comercio y de la zona.
El robo había ocurrido el miércoles al mediodía, en una dietética situada sobre calle General Paz al 5000. La joven empleada del local, Valentina, relató que el hombre ingresó cerca de las 12.30, cuando ya estaban cerrando las puertas para terminar la jornada. Con la excusa de pedir un préstamo, el sospechoso logró que la empleada lo dejara pasar.
“Fue a las 12 y media. Yo estaba cerrando. Ya tenía casi todas las cosas adentro. Él viene y, como hacemos generalmente para que no siga entrando gente cuando estamos cerrando, lo hago pasar y cierro las puertas”, contó la víctima en diálogo con el medio local Sol Play.
La escena se tornó violenta cuando el hombre sacó un arma de fuego y le anunció a Valentina que se trataba de un robo. “Primero me dijo que no me iba a hacer nada, que le dé la plata. Me reí porque, no sé, por la edad me pareció muy gracioso que me diga eso. Pensé que era un chiste”, relató la joven, todavía sorprendida por la situación.
El asaltante insistió en que le entregara todo el dinero disponible. Valentina, asustada, le dio primero los 15 mil pesos que tenía en la caja registradora. Ante la presión del hombre, también le entregó una suma mucho mayor, que correspondía a pagos de proveedores y que rondaba los 200 mil pesos.
“Después de eso, me saca un arma, me la muestra, me dice que le dé la plata y le doy el dinero de la caja, me dice que seguro tengo más, que busque y le doy la otra plata”, detalló.
En un momento de distracción del asaltante, la empleada escapó del local para pedir ayuda. “Salí corriendo para la verdulería a pedir ayuda. Los chicos lo siguieron, pero entró en un pasillo y se escapó”, contó.
Según la joven, el hombre no era conocido en el barrio ni cliente habitual del local. “Nunca lo vi. Nunca fue a comprar y tampoco vive en el barrio”, afirmó.
Toda la secuencia del asalto quedó registrada por las cámaras de seguridad del comercio, lo que permitió a los investigadores identificar al autor del hecho, localizarlo y detenerlo.